Huellas a casa

Por medio de rescates, esterilizaciones, políticas de protección animal, programas de participación ciudadana, implantación de microchips y jornadas de adopción, se busca darles una mejor calidad de vida a los aproximadamente 150 mil perros callejeros de la capital.

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Por Juliana Novoa Rodríguez

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El desconocimiento de tenencia de mascotas y la falta de cultura ciudadana por parte de los habitantes de Bogotá, ha llevado a que por cada 100 perros de vivienda, haya 38 en las calles, según un estudio de la Universidad de La Salle.

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Sin embargo, hay entidades que trabajan en pro del bienestar de los animales callejeros en la capital y rescatan a aquellos que, en la mayoría de los casos, por sus condiciones de vida, no se encuentran en buen estado de salud.

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Carolina Rodríguez, animalista de la Fundación Granja de Mascotas, explicó que en la entidad rescatan más que todo a las hembras reproductoras. “Atrapamos al animal por medio de trampas o dándoles alimento para que se sientan en confianza”. En caso de que  ninguna de las metodologías funcione, duermen al animal con dardos.

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La red social Whatsapp ha sido la gran aliada de los animalistas, pues mediante esta, se hacen reportes de animales que están en condición de habitabilidad en la calle, de riesgo o en abandono, afirmó la representante de Adopta CAT & DOG Bosa, Magaly Correa Rivera.

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Otro método de rescate es por medio de la acción directa, lo que denomina el representante de la Fundación PATA como rescates ilegales, son nombrados de este modo porque son realizados sin la ayuda ni la supervisión de la Policía Nacional de Colombia . “Nos trepamos de terrazas para poder rescatar perros que la policía no ha querido recoger”, dijo el concejal electo de Chía, animalista y fundador de la entidad, Batman Roberto Camargo.

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Reducción de la sobrepoblación canina

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Cuando los perros son rescatados, dependiendo de su estado de salud, pasan por un proceso de integración, recuperación y esterilización. A pesar de que no haya una ley que obligue a utilizar este método, las entidades están comprometidas a esterilizar a todos los animales recogidos.

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“Animal que llega se esteriliza. Con este proceso evitamos la sobrepoblación canina, el maltrato animal y el abandono”, expuso Miriam Yagama, propietaria del Hogar de paso de mis cachorros.

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Asimismo, el líder del equipo de Participación Ciudadana del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IPYBA),  Juan Pablo Olmos, dijo que con este método también se controla el tráfico y tenencia inadecuada de animales. “Más que ser una obligación, es una forma en la que se sensibiliza a la comunidad de cómo proteger, cuidar y ayudar a los animales”.

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El IPYBA tiene la función de identificar cuáles son las necesidades de cada organización y sobre estas, fortalecer los programas de adopción, cultura, esterilización, rescate e intervención en el comportamiento de personas con respecto a los animales.

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El concejal electo de Chía expuso que los procesos de esterilización del instituto han sido medianamente buenos. Está de acuerdo con la forma y la cantidad que realizan, sin embargo, considera que el sistema de turnos debe modificarse. “Las personas esperan más de 12 horas y muchas terminan sin ser atendidas, es algo indigno para el protector de animales o para el ciudadano que quiera esterilizar su perro”, declaró Camargo.

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Además de las jornadas de esterilización, con el fin de tener una mejor comunicación con fundaciones y animalistas, el instituto creó la Red de Aliados para que entre todos se colaboren y busquen las mejores soluciones para los animales callejeros.

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“Nosotros estamos con la Red de Aliados hace menos de un año, es muy buena la oportunidad que nos brindan más que todo con las jornadas de adopción”,  aseguró Lida Consuelo López Rojas, representante de Apoyando Peluditos.

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También, la rescatista y animalista del Hogar de Paso Huella y Moral, María Duperly Chávez, afirmó que su fundación tiene una buena comunicación con la red, especialmente cuando el instituto realiza las jornadas de esterilización.

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Un nuevo hogar

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Según la empresa de investigación de mercados y consultoría en estrategia Brandstrat, un 61% de la población bogotana tiene en sus hogares al menos una mascota, lo que lleva al debate de la adopción versus  la compra.

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“Adoptar es apostarle a la vida del más desvalido”, dijo la voluntaria de la fundación Peluditos con Futuro, Diana Rocío Tovar, quien  le apuesta a la adopción de mascotas, pues cree que estas no tienen la culpa de nacer en las calles o de no tener un dueño responsable.

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Nicol Castro Duarte adoptó a “Bella” en una de las jornadas de adopción del IDPYBA, en el Parque Metropolitano Simón Bolívar, y expuso que la adopción es la mejor vía para tener una mascota en casa porque hay para  todos los gustos,  variedad de razas, edades y colores.

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“Adopté a esta perrita para tener una compañía, cuidarla como una bebé y darle mucho amor”, dijo la adoptante Laura Alejandra Hidalgo Riaño.

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Además de las jornadas de adopción, la implantación de microchips es otra forma de ayudar a las mascotas, pues con este, se contribuye a evitar el abandono de animales. La finalidad de este dispositivo es facilitar la recuperación de los perros perdidos e identificar al propietario del mismo.

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Con respecto a las jornadas de adopción y la implantación de microchips  del instituto, Camargo opinó que el trabajo realizado es espectacular porque la eficiencia se ve reflejada no solo en la calidad de vida de los animales sino también en la respuesta que han recibido por parte de la ciudadanía.

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Según Olmos, la clave para el bienestar y la ayuda efectiva hacia los animales callejeros es el trabajo de programas como Red Aliados, voluntarios, concejos locales, conjuntos residenciales, juntas de acción comunal y proteccionistas barriales.

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A pesar de que todavía existe un gran porcentaje de animales en las calles de la capital del país, por medio de trabajos realizados por la Alcaldía de Bogotá, fundaciones y voluntarios independientes, se han atendido un promedio de 154.000 animales en el último año.

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Además, hay leyes que respaldan los derechos de los animales como la ley 1774 de 2016 que decreta a estos como seres sintientes y no objetos de los humanos. Igualmente, dentro del artículo 339, se penalizó el maltrato animal hasta con 3 años de prisión para los agresores.

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En abril del 2019, se empezó el trámite de un proyecto en el Congreso que busca que en todos los municipios haya protección para los animales callejeros. “Vamos a ayudar a una población de animales que están deambulando por las calles y que generan un perjuicio para las mismas comunidades en razón a no tener control de estos, porque los perros están expuestos al frío, hambre y enfermedades”, dijo el autor del proyecto, el representante Fabián Díaz en una entrevista para Caracol Radio.

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La protección animal es fundamental para el desarrollo de una ciudad, con este tipo de iniciativas es que se puede llegar a cambiar la vida de los perros callejeros de Bogotá. Además, se debe promover la participación y concientización ciudadana, por medio de la esterilización, que ha llegado a los 240,000 procedimientos en lo que lleva de año, la implantación de microchips y la adopción, que han sido alrededor de 1,400 en el 2019.

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Debe haber un compromiso por parte de la ciudadanía, se puede llegar a disminuir la cantidad de perros callejeros en la capital, y a su vez, reducir drásticamente el sufrimiento de millones de ellos. La tenencia responsable es la clave para generar el cambio, pues dentro de esta se encuentran aspectos como la cultura ciudadana, el cuidado veterinario, la educación canina, la vacunación, la implantación de microchips y la esterilización.

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